Algo más que lo evidente…

Algo más que lo evidente…

Hoy por la mañana tuve la suerte de llegar a una cuenta de un medio social, y tuvo toda mi atención por traer planteamientos a mi mente, muy distintos a los que se escuchan en esta época de crisis. No solo quiero parafrasear un poco sino ampliarlo con mi opinión.

Después de casi 3 años de tomar una oportunidad que la vida me dio, nunca imaginé que me llevaría emocionalmente y mentalmente a un lugar tan extraño y necesario; me siento en total gratitud por prepararme para el caos que nos ha traído la epidemia mundial que hoy vivimos. De alguna u otra forma, no sabía que la vida me daba aletas para poder nadar como pez en el agua. Y todo esto que les comparto, a lo mejor haga sentido más adelante.

Intento mantenerme al día del acontecer mundial, pero esta sobre-información, me ha traído infinita ansiedad, y hasta hoy, hago catarsis sobre las inmensas lecciones que el mundo nos tira en la cara: estoy, y me atrevería decir que la gran mayoría, estamos des-enfocados y distraídos en entenderlas. Dudo que tan siquiera algunos se pregunten qué más podría haber detrás de todo el caos después lo que es evidente. Seguimos procrastinando en cualquier cosa, cegados de en notar el inmenso desequilibrio en la humanidad que el planeta completo no soportaba más, y que, en las infinitas formas de ponerlo a nuestros ojos, hoy nos atribula una pandemia.

Visualizo a la humanidad en un sueño profundo, caminando como zombies en un diario vivir; atrapado en la rutina, exaltando lo secundario, solapando adicciones, destruyendo su entorno y cada vez menos humanos. Quizá esta sea una forma, a lo mejor cruel, de despertar, re-priorizar y ordenar lo que nadie sabia que estaba desordenado y algunos otros, solo los ignoraron.

Considero que es momento de entrar en un estado de conciencia absoluta y de observar con lupa el giro que toma nuestras vidas. Hoy estamos obligados a volver a EXISTIR, desde casa, en nuestro estado más SIMPLE, y finalmente, hemos de descubrir que es nuestro estado más complejo. Y digo volver a existir, porque en algún momento en el pasado de niñez, muy probablemente sí fue simple.

Para algunos sera una tarea de aprender a convivir con nuestra soledad y dominar nuestros pensamientos; descubrirnos y conocernos para poder tomar poder sobre nuestro ser; para otros, es re-conectar con la familia sin evasivas a las responsabilidades que formar, criar y amar una conlleva; será encontrar en ese espacio al que llamamos hogar, un espacio de armonía, porque hoy para algunos es un infierno. Hoy es momento de recordar que todos somos iguales, y que segmentarnos es simplemente estúpido y solamente nos debilita. También descubramos cuánto  nos hemos refugiamos en adicciones, inclusive las que parecen buenas, para huir a todo eso que evitamos encarar. Que velar solamente «por el derecho de nuestra nariz” nos llevará directo a la tumba, ante una enfermedad mortal que nos amenaza y nos llama a la unión y a velar por el derecho ajeno…. o destruirnos.

Quizá este momentum, de plazo incierto, es la forma en que el universo nos deja prepararnos para lo que viene; porque sin lugar a dudas, esto es solo el comienzo. Prepararnos para futuras ausencias humanas, para batallar en una economía rota en pedazos, una crisis con tintes de precariedad y escasez. Cuan grandes maestros son los corazones rotos y los bolsillos vacíos.

Y que importa si somos chinos o peruanos!, esta vez, el mundo está en una misma página y con los mismos desafíos.

Ojalá la humanidad despierte pronto, y deje atrás tanta apatía, tanta ignorancia sobre sí mismo y sobre sus cercanos, deje de odiar su existencia y deje de ver solamente hacia adentro. Con todo y lo que me apasiona la tecnología, reconozco que ha propiciado que el sueño sea aun más profundo; casi hasta parece imposible volver a despertar. Y sin ánimo de sonar fatalista, no dudo que este “apretón” será más fuerte, hasta que reconozcamos que es momento de cambiar.

Esta crisis marca un antes y un después. Así que es imposible e insensato pedir milagros para volver a lo que fuimos, es hasta prudente dejar de suplicar que todo este caos se detenga. Esta sería quizá la forma que encontró tu dios, la energía y el universo de obligarnos a evolucionar, reordenando lo verdaderamente importante en la vida. Después de todo esto, muy seguramente, será un mañana con más gracia y gratitud para con la vida. Deseo con fuerzas que alcancemos ese estado de conciencia, donde lo que nos domine sea el amor a prójimo, el cuidado de nuestra mente y cuerpo, el respeto a nuestro entorno, el establecimiento de límites que hagan valer nuestras nuevas prioridades y la bendecida capacidad de vivir el momento.

Quien diría que 3 años de profunda soledad, de batallas mentales y emocionales, de infortunios profesionales, sería mi mejor escuela para llevarme a un nivel de conciencia y espiritualidad más alto. Hoy en medio de tanto revuelo, intento abrazar el caos y exprimirle lo que tiene para enseñarme.